En un país en el que el uso de mascarillas en lugares públicos ya no es la norma, donde solo el 15 por ciento de adultos ha recibido su dosis de refuerzo bivalente, y donde nuevas variantes de ómicron que están propagándose han hecho que cierto tratamientos sean inefectivos, las personas más vulnerables al COVID-19 se enfrentan casi por sí solos a un invierno precario.
Las personas que son inmunodeprimidas son más propensas a experimentar enfermedad grave por COVID-19 porque su sistema inmune no funciona tan bien como debería para protegerlos de la infección. Los adultos mayores y las personas con afecciones subyacentes también tienen un alto riesgo de enfermarse gravemente por COVID-19.
“Es increíblemente triste que hemos llegado a este punto de la pandemia donde, para que la mayoría de las personas continúen sus vidas normales, tenemos que dejar a los demás atrás”, dice Rachel Hoopsick, profesora asistente de epidemiología de la Universidad de Illinois, cuya hija de 5 años es inmunodeprimida.
Hablamos con profesionales de la salud que tratan a pacientes de alto riesgo, tienen familiares con inmunodepresión, o que son inmunodeprimidos, para obtener recomendaciones sobre cómo las personas más vulnerables pueden mantenerse seguras de COVID-19 este invierno.
Comunica tus necesidades a tus amigos y familia
En un mundo ideal, todas las personas con las que socializas estarían al día con sus vacunas (incluyendo la dosis de refuerzo bivalente y la vacuna contra la gripe) y utilizarían mascarillas en lugares públicos. Pero la mayoría de la población piensa que la pandemia es una cosa del pasado, lo que hace que la gente sea cada vez menos propensa a tomar esas precauciones.
Sin embargo, comunicar tus necesidades y poner límites con amigos y familia es una parte importante de protegerte.
La Dra. Emily Landon, una médica de enfermedades infecciosas de la University of Chicago Medicine, que es inmunodeprimida, le pide a la gente que usen mascarillas y eviten eventos de alto riesgo dias antes de alguna reunión donde participe ella y su madre, quien es de alto riesgo por su edad. Landon también le pide a todos que se hagan pruebas antes de reunirse y que las personas con síntomas obtengan una prueba negativa de PCR.
“Pedirle a las personas que se comporten diferente puede ser difícil para muchas familias, pero eso es lo que se tiene que hacer para prevenir la propagación”, Landon dice. “Lo que realmente importa es que mi hermana no va a ir a su grupo de la iglesia sin su mascarilla porque sabe que es una actividad riesgosa”.
Landon recomienda sentarse con amigos y familia y explicarles lo que significa ser inmunodeprimido o de alto riesgo y por qué no puedes infectarte. Luego, comunicar lo que pueden hacer para ayudar a mantenerte seguro y cómodo, ya sea solo invitando personas que están al día con sus vacunas, pedirle a la gente que se haga pruebas antes de reunirse, reorganizar la asignación de asientos o alentar a las personas a usar mascarillas N95.
Las vacunas y las mascarillas N95 son necesarias
Además de comunicar tus necesidades a tu círculo social, también debes continuar tomando precauciones personales. Las precauciones más importantes son estar al día con las vacunas y usar una mascarilla de alta calidad, bien ajustada en lugares públicos.
Landon dice que las personas de alto riesgo deben “quedarse en casa” durante periodos de “transmisión descontrolada”, cuando los casos estén aumentando o las nuevas variantes estén propagándose pero la mayoría de la población no cambia sus comportamientos. Durante estos tiempos, ella le sugiere a las personas de alto riesgo asegurarse de que estén vacunados, usar la mejor mascarilla posible cuando estén en lugares cerrados o viajando, obtengan tratamiento oportunamente y, en general, evitar situaciones donde podrían infectarse de COVID-19.
En el hogar de Hoopsick, todos están al día con sus vacunas y utilizan mascarillas dondequiera que vayan. La hija de Hoopsick tiene una enfermedad autoinmune y toma medicamentos para suprimir su sistema inmune, lo que la hace muy vulnerable a la infección. Por suerte ella nunca ha estado infectada con COVID-19, pero varias infecciones típicamente leves la han enviado al hospital. Para mantenerla segura, el hogar de Hoopsick toma precauciones extra, incluyendo limitar las actividades en lugares cerrados y optar por quedarse en casa durante las fiestas de fin de año.
El Dr. Seth Trueger, un médico de emergencias de Northwestern Medicine que fue diagnosticado con una enfermedad autoinmune en el 2021, está siempre al dia con las vacunas y usa mascarillas N95 en lugares cerrados lo más posible, incluyendo en los buses, Ubers y Lyfts y en el trabajo. “No diría que 100 por ciento -todavía me tomo mi café ocasionalmente en el trabajo- pero la mayoría del tiempo, utilizo mi N95”, dijo Trueger. El hogar de Trueger también ha decidido no viajar durante las fiestas, aunque él dice que son afortunados de tener familia cerca.
Las herramientas de ventilación pueden hacer una gran diferencia
Si estás planeando reunirte en un lugar cerrado con amigos y familia durante la temporada de fiestas, aprovecha las diferentes y efectivas herramientas de ventilación y filtración para mejorar la calidad del aire. Aumentar la ventilación puede ser tan sencillo como abrir una ventana y poner un ventilador al frente, mirando hacia afuera. También puedes construir tu propia caja Corsi-Rosenthal o invertir en un purificador de aire HEPA; ambos filtran las partículas no deseadas del aire, incluyendo las del COVID-19.
“Si estuviera organizando una reunión, construiría una caja Corsi-Rosenthal para cada habitación, abriría ventanas y puertas, y alentaría a todos a usar una mascarilla”, Landon añadió. “Y probablemente le daría a todos una prueba de COVID-19 al entrar”.
La Dra. Shikha Jain, una médica que trata pacientes con cáncer y es la fundadora del grupo de acción ante el COVID-19 IMPACT, recomienda monitores de CO2 para analizar el riesgo al viajar o de situaciones sociales. “Yo uso monitores de CO2 para ayudar a ver la calidad del aire a mi alrededor y decidir si me siento segura quitándome mi mascarilla”, dijo Jain. “Ellos definitivamente pueden ser utilizados conjuntamente con otras estrategias de mitigación de riesgo”.
Prepárate para la posibilidad de que te infectes
Además de tomar precauciones para prevenir la infección, también es importante prepararte para infectarte. La habilidad de las nuevas subvariantes de ómicron de evadir la inmunidad ha hecho que los tratamientos monoclonales sean inefectivos, pero existen otros tratamientos para el COVID-19 como el Paxlovid y remdesivir, que siguen funcionando.
Paxlovid está autorizado para pacientes de COVID-19 de 12 años y mayores que tienen alto riesgo de desarrollar enfermedad grave, y deben tomarse máximo a los cinco días desde que comienzan los síntomas. Remdesivir está aprobado para pacientes de COVID-19 desde 28 días de edad y mayores, y debe ser tomado máximo siete días desde el comienzo de los síntomas.
Pregúntale a tu médico ahora sobre opciones de tratamiento de COVID-19 disponibles para ti y sobre cómo accederlos. Si te infectas, Jain recomienda contactar a tu médico lo más pronto posible e ir a la sala de emergencias si tus síntomas se vuelven preocupantes.
Todo se trata de medir el riesgo
Al final del día, la misma recomendación aplica para todos: Entiende tu riesgo personal y lo que debes hacer para protegerte. Para las personas inmunodeprimidas, las consecuencias de infectarse de COVID-19 son desafortunadamente más graves, pero eso no significa que deban pasar las fiestas de fin de año en aislamiento.
“Nada es 100 por ciento, pero cuando juntas todas esas estrategias de mitigación de riesgo, obtendrás una más alta probabilidad de protección”, Jain agrega. “Yo recomiendo que las personas se reúnan con amigos y familia y hagan cosas que los hagan felices. Todo se trata de llevar a cabo esas actividades de una manera segura que permitan que participen sin ansiedad”.
Para Landon, hay ciertos aspectos de la vida que valen la pena el riesgo de tener COVID-19. “Ir a la iglesia en Nochebuena es mi actividad favorita, por eso voy a hacerlo usando mi mascarilla y tomando el mayor número de precauciones que pueda”, dice Landon. “Lo que no creo que valga la pena es no usar una mascarilla para ir al supermercado”.
Trueger está de acuerdo que se trata de ser selectivo en cuanto a los riesgos que se toman. Él ha tomado vuelos para ir a dos conferencias y ha hecho tres viajes familiares y asiste a conciertos, películas o algunas actividades cada varios meses, con su mascarilla N95 puesta. Por otra parte, él decide no quitarse su mascarilla para tomar café durante su viaje al trabajo en la mañana debido a que pocas personas utilizan sus mascarillas en el bus.
Para Hoopsick, los riesgos que ella está dispuesta a tomar con su hija inmunodeprimida son pocos, y muy poco frecuentes. Ahora con la gripe y el VRS causando enfermedades serias en niños y poniendo presión en los sistemas hospitalarios pediátricos, los peligros son incluso mayores.
“Honestamente, es muy, muy difícil”, dice Hoopsick. “Nos lo estamos tomando un día a la vez y con calma. Como una unidad familiar, estamos lo mejor que podemos en el contexto de un sistema imperfecto, y yo sé que hay muchas familias como la nuestra que están aún resistiendo”.