Lo que debes saber
- El 19 de noviembre, los CDC modificaron su sitio web para difundir información falsa sobre las vacunas y el autismo. Sin embargo, décadas de investigación global demuestran que no existe ninguna relación entre ambos.
- Cualquier conexión entre las vacunas y el autismo ha sido refutada repetidamente.
- No existe una sola causa para el autismo, y la mayoría de los factores de riesgo existen antes del nacimiento.
- Los niños no vacunados corren el riesgo de contraer enfermedades prevenibles que pueden causarles graves problemas de salud y complicaciones a largo plazo, incluso la muerte.
El 19 de noviembre, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) modificaron su sitio web para difundir información falsa sobre las vacunas y el autismo. Sin embargo, décadas de estudios demuestran que no existe ninguna relación entre ambos.
“Desde 1998, investigadores independientes de siete países han llevado a cabo más de 40 estudios de alta calidad con la participación de más de 5.6 millones de personas”, afirmó en un comunicado Susan J. Kressly, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría. “La conclusión es clara e inequívoca: no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo”.
En parte debido a la difusión de información falsa sobre las vacunas, las tasas de vacunación infantil están disminuyendo. Esto pone a los niños en riesgo de contraer y propagar enfermedades peligrosas como el sarampión, la tos ferina, el COVID-19 y la gripe.
Aquí te contamos cómo sabemos que las vacunas no están relacionadas con el autismo y son seguras para los niños.
¿Qué es el autismo y qué lo causa?
El autismo es una diferencia de conducta que afecta la forma en que las personas se comunican y socializan.
No existe una única causa para el autismo. Las investigaciones muestran que la genética y las complicaciones en el nacimiento probablemente contribuyen al autismo, que generalmente se diagnostica en niños de 3 años o más (aunque los diagnósticos en adultos son cada vez más comunes).
¿Son seguras las vacunas para los niños?
Sí. Las vacunas son sometidas a pruebas rigurosas antes de ser aprobadas y los efectos secundarios graves son extremadamente raros.
Lo sabemos porque Estados Unidos tiene un sistema que monitorea la seguridad de las vacunas. Cualquiera puede enviar informes a esta base de datos y luego los expertos determinan si alguno constituye un efecto secundario confirmado.
Después de cientos de millones de dosis, sabemos que los efectos secundarios graves no ocurren a menudo. La mayoría de los niños solo sienten un dolor leve y, posiblemente, algo de hinchazón en el lugar de la inyección.
A pesar de los alegatos falsos de figuras públicas y otras personas de que las vacunas causan autismo en los niños, décadas de estudios creíbles han sido consistentes en desmentir este mito.
¿Por qué los niños necesitan vacunas de rutina?
Las vacunas de rutina ayudan a proteger a los niños de contraer enfermedades prevenibles que pueden causar que se enfermen gravemente y complicaciones a largo plazo, incluida la muerte. También ayudan a evitar que los niños transmitan enfermedades peligrosas a miembros vulnerables de la familia, incluidos los recién nacidos, los adultos mayores y los seres queridos inmunodeprimidos.
Obtén información de la Academia Estadounidense de Pediatría sobre cuándo los niños deben recibir las vacunas recomendadas y cuántas dosis necesitan. Los niños pueden recibir vacunas, incluida una vacuna actualizada contra el COVID-19 y la vacuna contra la gripe de esta temporada, en el consultorio de su pediatra y en las farmacias.
Para obtener más información, habla con tu proveedor de atención médica.
Este artículo fue publicado originalmente en diciembre 19, 2024 y fue actualizado con la información más reciente.
